martes, 5 de julio de 2016

La Banda de Los Teresitos.

La Banda de Los Teresitos.

                                                                          Orlando Álvarez Crespo

A finales del siglo XIX vivió en Francia una santa que la posteridad conocería con el nombre de  Santa Teresita del Niño Jesús. Había nacido el 2 de enero de 1873, en  Alenzón, Francia y murió el 30 de septiembre de 1897, Lisieux, Francia. Fue canonizada en 1925. Esta mujer a la comunidad católica enseñó con ejemplo que la: la sencillez de alma, servir a los demás con amor y perfección viendo en ellos a Jesús, tener sentido del humor ante lo inevitable,  vivir nuestro cielo en la tierra haciendo el bien a los que nos rodean y actuar con bondad siempre, buscando lo mejor para los demás es la más segura manera de alcanzar el cielo, un camino para llegar a Dios

El culto a esta santa comenzó a crecer con rapidez. Los milagros hechos gracias a su intercesión atrajeron a atención de los cristianos del mundo entero. En la Carora  empobrecida de entonces la figura de una religiosa así venía como anillo al dedo para dar nombre  a una institución que se ocupare de socorrer y asistir a los enfermos y a los más pobres. Es por ello que a comienzos de 1934, el padre Pedro Felipe Montes de Oca, embriagado por el entusiasmo que desató la canonización de Santa Teresita, funda una institución de caridad con el nombre de Las Teresitas del Santísimo cuya obra social humanitaria  era ampliamente ponderada por todos los sectores de la sociedad caroreña a lo largo del siglo XX. Oficialmente se registró como Asociación Civil Las Teresitas del Santísimo y su primera Presidente fue la entusiasta y eficaz señorita Ana Beatriz Herrera. Formaban también parte de ella Enma y Carmen Alcalde, Ana Teresa Álvarez, Francisca Panchita Ávila,  Ana Beatriz Herrera, María Leonor Herrera, Marucha González y Carolina Zubillaga, entre otras.

Las mujeres más antiguas del barrio Torrellas aún recuerdan la obra religiosa de Las Teresitas: prepararon, desde el inicio de su obra social y hasta  finales de los años 60, a los niños para hacer la Primera Comunión. En el Torrellas lo hacían en la capilla de San Luis Gonzaga, en la Iglesia San Juan y en la Capilla San Dionisio donde acudían los niños de Barrio Nuevo. Para cubrir sus gastos contaban con la ayuda de los caroreños generosos que le temían al infierno, hacían rifas y diversos eventos sociales para lo cual contaban siempre con el apoyo del Padre Montes de Oca. Estas damas, acompañadas de personal paramédico, acudían a los barrios a atender las necesidades de los enfermos y de los “pobres mendicantes”. Su presencia pronto  se hizo sentir intensamente en la sociedad caroreña de entonces.

Pero como en Carora, religión y música corren paralelamente pronto tuvimos una agrupación musical que se conoció con el nombre de Los Teresitos. El nombre en realidad no vino de ninguno de los integrantes que seguramente tenían previsto otro nombre más melodioso sino que como no cobraban por la “tocadita” los mismos caroreños la bautizó como Los Teresitos y por la fuerza de la reiteración y la costumbre los mismos integrantes, en su mayoría notables artesanos, terminaron por aceptar el nombre impuesto.

Los Teresitos fue fundada por Don Ricardo Sierralta en mayo de 1938. Formaban parte de ella además: Vinicio Álvarez, en el Cuatro; Martin Meléndez (¿o Ribero?), extraordinario ejecutante del Violín; Antonio Alvarado, conocido popularmente como “Toño El Cogotico”, en el Bajo; Ricardito Sierralta en la Trompeta. Tiempo después de la su fundación se incorporó Silvestre, El Mocho, Mendoza, con su Guitarra. A ciencia cierta no sabemos la razón del porque no cobraban, cosa que resulta curioso para los músicos. “Muy curioso eso – dice Chus Mogollón- porque hasta Víctor El Cascaruo decía tírenme algo cada vez que carrasqueaba el cuatro…”.

 Todos los integrantes de Los Teresitos  eran reconocidos artesanos que no vivían de la música y este hecho de exonerar de pago a sus anfitriones marcaba una diferencia “operativa” con respecto a la Banda Lara, fundada por Don Eladio  Mora Parra en 1933 y d la banda Carora, fundada  en 1922, por  Juancho Querales. Tocaban música al estilo de la de “Los Antaños de Carora” de Don Armando Oropeza. Se les “contrataban” para amenizar musicalmente  los más exigentes eventos sociales. Algunos de los más antiguos recuerdan como “Martin Ribero hacia hablar ese violín…”


La Agrupación Los Teresitos que ensayaban en una casa de la Avenida El Cementerio, desapareció alrededor de 1963 cuando acontecen la muerte de Vinicio Álvarez y de Martin Rivero quien muere en Barquisimeto. Algunos torrelleros aún recuerdan las notas melancólicas de la vieja guitarra de Silvestre El Mocho, el último de sus integrantes en despedirse de este mundo que a todo le pone tarifa… a pesar del vivir en el Socialismo del Siglo XXI… 

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