Les traigo a la Virgen de Aregue.
Orlando
Álvarez Crespo.
Casi todos los pueblos del Mundo tienen una historia de un hombre dotada
de fuerza física extraordinaria. ¿Qué
son los nombre de Goliat, Sansón,
Hércules, Atlas, etc, sino esos
arquetipos que perduran en la memoria colectiva de la humanidad? En la mayoría de los pueblos de Venezuela también nos
encontramos con historia de personajes que se recuerdan con su extraordinaria
fuerza física. En los Llanos, por ejemplo,
se recuerda el nombre de Fernandote
Aponte que tenía la capacidad para levantar
un piano de cola para lo cual se hizo necesario la fuerza de seis caleteros para bajarlo del barco. El Piano había sido importado desde Paris
para el uso de la familia Díaz Rodríguez.
En la Carora
de la primera mitad del pasado siglo XX funcionó un manicomio en donde es hoy la Iglesia Coromoto.
Había sido mandado a construir por órdenes de Monseñor Pedro Felipe Montes de
Oca. Era una curiosa construcción de piedra trabada y mampostería, muy parecida a la Iglesia de Santa Lucia que
se edificó en donde hoy está el Centro Comercial “Don Cherra”. Funcionó
como un tradicional centro de reclusión de enajenados mentales. A punta de un
rejo de cuero y potes de agua bien fría controlaban a los locos, pero sin
curarlos de manera permanente. Allí
estuvo recluido por casi un año un “paciente” “nada “standart” hasta que en un
día de luna llena de Junio de 1.941 decidió ser libre y abandonar aquel recinto
de desprecio de la condición humana.
Gabino Leal se llamaba nuestro personaje, natural de Muñoz, era de baja
estatura, pero de contextura fuerte al estilo de los levantadores de
pesas, su tez morena le disimulaba muy bien su avanzada
edad. Gabino Leal debió haber nacido
alrededor del año de 1.915.
Gabino Leal en la fecha mencionada en un ataque de locura, furia y
desesperación “arrancó a pilón” la blindada puerta de aquel centro de
reclusión. No era que la puerta estuviera blandita o desajustada; nada de eso.
Gabino Leal era un hombre con fuerza. Gabino no se conformó con desprender la puerta
y recobrar su libertad sino que la llevó
hasta al Jefe Civil de la ciudad, y le
espetó “aprendan a poner puertas en los
manicomios porque los locos tienen mucha fuerza”. Otros “memorialistas”
dicen que Gabino Leal al presentarse con la pesada puerta a cuestas les dijo a
los funcionarios locales “hay les traigo
a la Virgen de
Aregue”.
Desde aquella ocasión la mayoría
de los enajenados mentales recluidos allí comenzaron nuevamente a deambular
temporalmente por las calles. Luego las
autoridades los volvieron a encerrar con la excepción de Gabino Leal porque las
autoridades estaban convencidas que volvería a arrancar la puerta en cualquier
momento. Al fin al cabo allí, como en
las actuales cárceles, nadie se mejoraba. Y Gabino Leal era loco por temporada,
era víctima del influjo de las fases de la luna. Al volver a la normalidad Gabino Leal se desempeñaba como mecánico automotriz. En tal oficio se le endilgaban los cuentos de
aflojar las tuercas más apretadas, de levantar carros enteros y hasta de doblar
cigüeñales. Dicen algunos viejos que
cuando se encolerizaba con alguien Gabino lo amenazaba “con ponerle un Jeep por la cabeza” y el “contricante” al recordar los antecedentes de Leal evitaba
cualquier enfrentamiento. Algunos
recuerdan a este hombre de tez morena vestido con “uniforme” de mecánico “media
cuchara”, esto es, su negritud se acrecentaba con lo negro de la grasa y el
aceite quemado.
Gabino Leal, era natural de la
Otra banda, fue en mecánico automotriz muy destacado. Murió al chocar un Jeep que
andaba probando por las Inmediaciones del Hotel Madre Vieja. Choco el vehículo
contra el poste que al parecer él creía
era una cruz muy bien plantada.
Hace un par de décadas atrás aún solía escucharse “tiene más fuerza que Gabino Leal” para referirse a una persona con una fuerza
física descomunal.
Tiempo después de aquel incidente, en 1.951 el manicomio de Pueblo Nuevo
quedó abandonado hasta que el entonces párroco Eduardo Herrera Riera generosamente lo cediera a Tín Camacho que lo
acondicionó para vivir allí con su familia.
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